Muchos políticos se ponen nerviosos cuando se les pregunta su opinión sobre el antidoping a servidores públicos, porque son buenos para aplicárselo a policías o a sus subalternos pero no quieren predicar con el ejemplo.
Ya existe una propuesta que ojala prospere, en el sentido de apliqcar pruebas toxicológicas para candidatos a cargos de elección popular y funcionarios públicos, lo cual sin duda daría mayor certeza sobre quienes ocupen estos puestos.
En muchos casos, resulta que candidatos adictos a las drogas llegan a tener vínculos con la delincuencia organizada desde las mismas campañas que se vuelven compromisos durante el ejercicio de sus funciones y asi nunca se va a poder erradicar el problema.
El futuro de México no puede recaer en personas que no cuenten con las aptitudes necesarias para asumir el cargo que ocupan, sobre todo cuando padezcan una adicción que les imposibilite cumplir con esa responsabilidad. Imaginence que tomen decisiones bajo los efectos de alguna droga, de por si a veces parece que gobiernan con las patas.
Por eso debe aplicársele a todos, no solo a policías o candidatos, sino a todos los empleados de los tres niveles de gobierno, pasando por los legisladores, ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y hasta gobernadores, pero que sean los ciudadanos quienes controlen los mecanismos de aplicación, digo, por aquello de la cochina corrupción. Nos vayan a salir con que ni colesterol elevado va a salir del exámen. luisayalaramos@yahoo.com.mx