Alejandro Calvillo | SIN EMBARGO | Emmanuel Ameth Noticias

Industria de la comida chatarra está detrás de los ataques a Gatell


Los corporativos han buscado desprestigiar a Gatell desde tiempo atrás, dado que el funcionario antepone la salud de la población

Industria de la comida chatarra está detrás de los ataques a Gatell
Mayo 13, 2020 04:56 hrs.
Política ›
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Las grandes corporaciones de productos chatarra en México así como funcionarios de Salud de administraciones pasadas llevaban años impidiendo las políticas que hoy se desarrollan para someter a regulaciones los alimentos ultraprocesados, pues pese a los millonarios gastos que implica tratar las enfermedades silenciosas, trabajaron "en equipo" para beneficiarse unos a otros a costa de la salud de los mexicanos.

Desde el inicio de la actual administración, el vocero de estas nuevas políticas ha sido Hugo López-Gatell, Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, y por tanto, el blanco de sus ataques, que si bien han resultado infructíferos, existe un segmento de la población que es susceptible a creer estas campañas.

Así fue como estas grandes corporaciones transnacionales, productoras y comercializadoras de los productos que son la principal causa de enfermedad y muerte en nuestro país, de las llamadas Enfermedades Crónicas No transmisibles, que superan en ingresos los recursos de muchas naciones, pusieron en la mira al funcionario que da conferencias cada tarde.

Ya antes de la pandemia, el grupo de columnistas y comentaristas aliados a estas corporaciones de forma directa o a través de agencias de relaciones públicas arremetían contra López-Gatell, como lo han hecho durante años contra quienes promueven regulaciones a estos productos.

El tono de los ataques subió cuando vino la propuesta del nuevo etiquetado frontal de advertencia en alimentos y bebidas apoyada por los subsecretarios de Salud, Economía y Agricultura. La revisión de la norma de etiquetado correspondió a los comités nacionales de normalización de Salud y Economía.

A diferencia del etiquetado frontal existente, que fue diseñado por la industria e impuesto por la Cofepris y la Secretaría de Salud de Peña Nieto, en contra de observaciones de la Organización Mundial de la Salud y del Instituto Nacional de Salud Pública, para el nuevo etiquetado se formó un grupo de trabajo con representantes de los Organismos de Naciones Unidas, instituciones académicas y organizaciones civiles independientes.

En la administración anterior, ConMéxico, con todo el apoyo de las demás cámaras empresariales, como el Consejo Coordinador Empresarial, la Confederación de Cámaras Industriales de México, entre otros, no sólo estableció el etiquetado frontal que quiso, con el contubernio de la autoridad, simuló también una regulación de la publicidad los productos no saludables a los niños, además de establecer junto con el apoyo de la Secretaría de Salud un observatorio de las políticas frente a la obesidad, el OMENT, donde la mayor parte de los asientos los tendría la propia industria y del que estaban excluidos no sólo los organismos de Naciones Unidas, también el propio Instituto Nacional de Salud Pública que tiene como función dar la evidencia para las políticas en salud pública y evaluarlas.

Con la llegada de la nueva administración, el control que ejercían grandes corporaciones como Coca Cola-Femsa, Pepsico, Nestlé, Unilever, Bimbo, entre otras, sobre las políticas de salud, se desmanteló de un día a otro. Sus esfuerzos para seducir a la autoridad con programas de apoyo y financiamientos de programas, no fructificaron. Al contrario, eran sorprendidos cuando en reuniones con el subsecretario, éste tomaba una grabadora y les comunicaba que grabaría la conversación.

Esta misma industria había gastado, en 2010, mil millones de euros para evitar un etiquetado frontal de advertencia en el Parlamento Europeo. La cifra da una idea de la magnitud del poder y de la decisión de bloquear por todos los medios posibles que los consumidores puedan tener información útil para realizar elecciones más saludables en medio de las epidemias de obesidad y diabetes que se viven. México, el país donde han logrado una de sus mayores ventas por persona en el mundo: refrescos, frituras, panecillos, dulces, etc, no sería la excepción.

Detrás de parte importante de los ataques a López-Gatell, están estas empresas que buscan la oportunidad de golpear aprovechándose de la pandemia.

A Las corporaciones se suman los exfuncionarios que han sido los aliados de estas empresas como exsecretarios y exsubsecretarios de salud que no impulsaron las políticas recomendadas para enfrentar la obesidad y la diabetes, el tabaquismo y el consumo de alcohol entre los jóvenes. Y algo más, investigaciones y datos muestran cómo fueron cómplices del desmantelamiento del sistema de salud.

En la conferencia que dieron varios exsecretarios de salud para criticar la estrategia frente a la pandemia, estos intereses estaban mezclados. Desde el interés legítimo de expertos en diversas áreas de la salud, hasta los exfuncionarios que tienen sus propios proyectos políticos y sus fuertes vínculos con las corporaciones.

Anteriormente exfuncionarios se sumaron a las estrategias de las corporaciones para bloquear una regulación de alimentos y bebidas en escuelas que no llegó a aplicarse, estableciendo un etiquetado engañoso.

De forma activa contribuyeron a agudizar las epidemias de obesidad y diabetes, el tabaquismo y el consumo de alcohol entre los jóvenes, lo que actualmente vuelve vulnerables ante la pandemia actual.

Diversos estudios publicados en prestigiadas revistas científicas de salud demuestran que estaban del lado de la industria, que se negaron a escuchar a los organismos internacionales y nacionales de salud, y establecieron las políticas dictadas por la industria, de esta manera llegó el país a ser de los mayores consumidores de productos ultraprocesados en América Latina.

Actualmente, se estiman 40 mil muertes anuales asociadas al consumo de bebidas azucaradas en el país (Global Burden of Diseases), 106 mil muertes anuales por diabetes (Secretaria de Salud, 2016) y 23 muertes cada hora relacionadas con la obesidad (Secretaría de Salud, 2020). Sin embargo, estas epidemias no son visibles, se ocultan las responsabilidades en enfermedades que pueden ser prevenibles pero quien tenía que actuar no lo hizo, más bien apoyó a su expansión.

El principal promotor de la oposición a la política actual contra la Pandemia, quien reunió a los exsecretarios para atacarla, fue Salomón Chertorivsky, economista que fue secretario de Salud en los últimos dos años de la administración de Felipe Calderón. En 2012 se le realizó una entrevista sobre el tema de la obesidad y la diabetes y las políticas para enfrentarla. Hay que recordar que para 2012 el tema del sobrepeso y la obesidad en México ya estaba en la atención mundial.

Desde 2006 se había impactado al mundo con las cifras del crecimiento de sobrepeso y obesidad no registradas en ningún otro país del mundo ya que entre 1999 y 2006 el sobrepeso y obesidad en niños entre 5 y 11 años había sido de cerca del 40%. Y las muertes por diabetes habían pasado de poco más de 46 mil en 2000 a más de 85 mil en 2012.

El exsecretario de Salud, Salomón Chertorivsky, negó que hubiera una amenaza al sistema de salud por las epidemias de obesidad y diabetes, mientras morían más de 80 mil personas al año por diabetes, por la misma enfermedad recibían una amputación más de 70 mil personas, mientras la principal causa de ceguera era la propia diabetes y los servicios de salud no cubrían la diálisis.

El exsecretario que ahora critica la estrategia contra la Pandemia y que organiza a otros exsecretarios e investigadores para salir en conjunto, planteó en esa entrevista grabada cuando era secretario y se le preguntaba sobre las estrategias para combatir la obesidad: ’Parte fundamental de la política pública ha estado encaminada a poder mantener los mensajes de concientización en la población. Hemos logrado que en México todos los meses de abril los partidos de futbol sean con el balón naranja en señal de combate a la obesidad infantil’. Alejandro Calvillo | SIN EMBARGO

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