Equiparar los derechos de la naturaleza con los derechos humanos: Max Correa

El diputado Max Correa Hernández presentó una iniciativa para que la Constitución Política del Estado de México reconozca los Derechos de la Naturaleza, y así propiciar acciones que los protejan.

La propuesta legislativa, que fue presentada en el pleno del Congreso mexiquense, modifica los Artículos 5, 17 y 18 para establecer que los Derechos de la Naturaleza son los derechos al cuidado, existencia, conservación, mantenimiento, restauración y regeneración de los ciclos biológicos de los bosques, agua, flora, fauna y formas de vida de los ecosistemas.

También incluye hacer valer los derechos de los pueblos originarios y campesinos del Estado de México, para que sólo mediante el respeto a los Derechos de la Naturaleza, se realicen cualquier tipo de acciones en sus territorios.

En su ponencia, Correa Hernández explicó que las reformas constitucionales otorgan al Estado la responsabilidad de garantizar el derecho a la preservación, restauración y protección de la naturaleza, promoviendo la participación de los pueblos indígenas y de la ciudadanía.

’También se establece en el marco de los Derechos de la Naturaleza, que se garantizará la recarga natural de los mantos acuíferos, su cuidado, existencia, conservación, mantenimiento, restauración y regeneración de los ciclos biológicos’, resaltó el dirigente nacional de la Central Campesina Cardenista (CCC).

En ese sentido, dijo que por su situación geográfica, variado relieve y diversidad de áreas climáticas el Estado de México cuenta con una gran biodiversidad: Los registros establecen que dentro del estado existen al menos 3 mil 524 especies de plantas, 125 especies de mamíferos y 490 de aves.

’Para protegerlos, estamos obligados a generar los elementos normativos que garanticen poner al mismo nivel los Derechos de la Madre Tierra y los Derechos Humanos, para que la defensa de uno, no tenga que violentar el del otro’.

Finalmente, el diputado de Morena advirtió que las acciones para proteger a la Madre Naturaleza no son aisladas: campañas de forestación, manifestaciones y protestas para impedir la destrucción por tala de los bosques, defensa de manantiales y ríos, litigios para impedir que los mantos acuíferos se concesionen a empresas trasnacionales y para evitar el cambio de uso de suelo que provoca la extinción de ecosistemas; promoción de la conservación y el aprovechamiento de la vida silvestre, o la incansable batalla que se ha librado para solucionar la indignante y alarmante contaminación de nuestros ríos como sucede con el rio Lerma’.