Moisés Sánchez Limón | diarioalmomento.com

El “Día de Manlio” y el sacrificio de la popularidad presidencial


Crónica anunciada

El “Día de Manlio” y el sacrificio de la popularidad presidencial
Septiembre 02, 2014 16:56 hrs.
Política ›
Moisés Sánchez Limón › diarioalmomento.com

Tímidas voces y silbidos en bajo tono del ala radical legislativa que busca descalificar pero se ahoga en la mar del aplauso firme y sostenido, brindado de pie a Manlio Fabio Beltrones cuando, frente al plural auditorio afianza a la figura presidencial en ausencia porque una reforma constitucional la echó hace seis años del recinto y le prohibió rendir su informe ante el Congreso de la Unión.
¿Finiquitado el “Día del Presidente”? Tarde del lunes 1 de septiembre de 2014 y el PRI se alza con la representación presidencial en voz y figura del sonorense Manlio Fabio Beltrones, último orador en el carrusel de los posicionamientos frente al Segundo Informe de Gobierno de Enrique Peña Nieto.
El legajo del informe ya lo había entregado, en ceremonia breve y austera, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, al presidente del Congreso General, que lo es de la Cámara baja, Silvano Aureoles Conejo, y su contraparte del Senado, Luis Miguel Jerónimo Barbosa Huerta.
Imagen inédita de dos perredistas de las ligas mayores con el responsable del equipo mayor priista en el poder.
Y Osorio Chong, ex gobernador priista del estado de Hidalgo, da la pauta al discurso que cerrará una tarde-noche del ejercicio de hacer política, praxis en la que el PRI atiende posturas radicales como la de la senadora perredista María de los Dolores Padierna Luna que borda entre la ironía y la descalificación, el reproche y el catastrofismo.
Incendiaria, acusa: “Hoy es el día de la rendición del Poder Legislativo ante el Poder Ejecutivo; los rituales de la sumisión del Congreso ante el presidente de la República se han restaurado. La diferencia entre el viejo estilo del priismo y el de ahora es que ni siquiera se concreta el ejercicio republicano de la presencia del Ejecutivo federal ante la máxima tribuna del país”.
Poco antes, en la ceremonia de entrega del informe en el Salón de Protocolos del Palacio Legislativo de San Lázaro, como si hubiese avistado las líneas discursivas de la senadora Padierna, Osorio Chong refrescó memorias:
“Hemos demostrado que la división de Poderes no significa división de esfuerzo, no significa división de objetivos. Hemos logrado que las coincidencias prevalezcan sobre las diferencias”.
Luego, en su turno estelar en tribuna, Manlio acota una frase --“en especial, en el PRI reconocemos la voluntad y el liderazgo del presidente Enrique Peña Nieto”-- y con ella prácticamente dice a María de los Dolores y los emeceístas, que ahí está Enrique Peña Nieto, en el sitio donde ahora el PRD pretende reinstalar al jefe del Ejecutivo Federal. En un tris cambia la historia.
Que vuelva el Presidente al Congreso para rendir su informe, propuso el poblano Luis Miguel Jerónimo Barbosa Huerta, flamante y vanidoso presidente del Senado de la República, perredista que no tiene empacho en reconocer como su amigo a Rafael Moreno Valle Rosas, el góber bala que es de territorio poblano por obra y gracia de una esas alianzas sui generis, el agua y el aceite, la izquierda y la derecha.
¿Vendrá el presidente Peña Nieto al Palacio Legislativo de San Lázaro a rendir su tercer informe de gobierno?, se pregunta a Emilio Gamboa, pero por ahí pulula el acre rechazo de emeceistas y la porción bejaranista que busca ser bancada en esta LXII Legislatura federal, comiéndose las ansias cuando la elección de 2015 está a la vuelta y, con ella, la consecuencia de la LXIII Legislatura.
Por eso y solo por eso, para que el PRD no sea acusado de colaboracionista, va a la tribuna la senadora Padierna y le sigue el fundamentalista Ricardo Monreal Ávila, coordinador de la bancada de Movimiento Ciudadano quien asegura que “la mayoría de la población rechaza y reprueba el conjunto de reformas estructurales”.
Tribuna del salón de plenos y el senador Héctor Larios lleva la postura del PAN y la diputada Magdalena del Socorro Núñez Monreal, la del Partido del Trabajo. La diputada María Sanjuana Cerda Franco planteó la del Partido Nueva Alianza y Ricardo Astudillo Suárez la del PVEM.
¿Día de la entrega del informe presidencial o ex Día del Presidente? Pero el presidente estaba ahí, en los discursos, en los reclamos, en los reconocimientos de velada crítica que transitó, empero, hacia la ponderación de lo que se puede hacer cuando hay voluntad política.
Y dos presidentes figuras centrales del nuevo PRD, en las mesas directivas del Senado y de la Cámara de Diputados. Luis Miguel Jerónimo Barbosa Huerta y Silvano Aureoles Conejo que se comportan institucionales. Porque cuando ascienden al presídium deben dejar en el guardarropa la casaca perredista.
Sin duda por ello, en las inmediaciones del Palacio Legislativo de San Lázaro estuvo ausente la protesta de los mismos de siempre contra las reformas que, aducen, venden al país y atrasan a la educación y no cumplen con la generación de empleos.
Sólo frente al acceso principal del inmueble, a la vera de a avenida Congreso de la Unión, un grupo protesta con desgano y deja que sus carteles y mantas pegadas a los barrotes griten su inconformidad, porque ellos se han desgañitado en otras marchas. Hoy sólo cumplen con su presencia silente.
Quizá por eso, cuando el lunes comienza a hacerse viejo, en tribuna Manlio Fabio Beltrones lleva la presencia de Enrique Peña Nieto frente a senadores y diputados de este Congreso plural.
“Ésta –subraya el ya para ese momento presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados—es una Cámara legislativa hecha para el diálogo constructivo, no para la violencia de la descalificación discursiva; pensada para actualizar nuestra legalidad, no para custodiar dogmas y tabúes, hecha para representar nuestra diversidad y respetar las decisiones del máximo consenso posible; lista para el debate de las ideas y la construcción de acuerdos que nos permitan avanzar y resolver nuestros problemas”.
Abajo lo escuchan sus contrapartes, coordinadores de las bancadas del PRD y del PAN y del PRI en el Senado y en la Cámara baja. Un auditorio de 343 diputados, de un total de 500, y 91 senadores de los 128, hicieron quórum en esta ceremonia de Congreso General, en la que Manlio, último orador, cita al presidente Peña Nieto y por ahí, entre curules, alguien pretende descalificar.
Y Manlio enfatiza, sin prisas pese a que ha consumido su tiempo de intervención: “Sí, reconozco en el Presidente Enrique Peña Nieto, que ha demostrado al igual que sus colaboradores, que el ejercicio discreto pero eficaz de la política y del diálogo democrático y plural, son la única fuente de los resultados y las transformaciones que están en marcha (...)”.
Pero los aplausos apenas le permiten concluir y cuando desciende de la tribuna le siguen las palmas de pie. Aplausos, aplausos y no hay grito que cite a Peña Nieto. La ovación es para Manlio. Manlio como figura principal, Manlio al centro de la escena, Manlio buscado y felicitado, Manlio en las fotos, Manlio en los comentarios. Lunes 1 de septiembre de 2014: El Día de Manlio.
¿Y qué del presidente Enrique Peña Nieto?
A Emilio Gamboa Patrón, coordinador de la bancada priista en el Senado se le requiere su opinión respecto de esta ceremonia, de todo lo que en este nuevo marco se da, la relación del Ejecutivo y el Legislativo en este nuevo año. El yucateco sintetiza:
“Estoy convencido que el presidente Peña Nieto llega fortalecido; llega sacrificando su popularidad, con reformas que van a servirle al cambio que requiere este país”.

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