ALFREDO IBÁÑEZ |
diarioalmomento.com
Crecen protestas en México y el extranjero por caso Ayotzinapa
EL BUZÓN
ALFREDO IBÁÑEZ
La desaparición de 43 estudiantes de la escuela rural de Ayotzinapa, en el Estado de Guerrero, ha provocado una verdadera escalada de inconformidad no sólo nacional sino internacional.
Protestas que van en aumento y ponen en evidencia el fracaso de la estrategia de seguridad del gobierno federal.
Los actos de inconformidad de estudiantes se han hecho patentes tanto en Guerrero, Ciudad de México, Michoacán, Oaxaca y Veracruz.
En el extranjero también repudian la desaparición de los jóvenes estudiantes, que hoy se sabe fue a manos de policías municipales e integrantes del crimen organizado. En Bolivia, la protesta se hizo en la representación de México en ese país.
En Argentina, en la embajada de México en esa nación, los manifestantes colocaron las fotografías de los normalistas desaparecidos y culpan al gobierno federal. Actos que también se repiten en Alemania.
Frente a tal acto de barbarie el gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre, se lava las manos al igual que el gobierno federal.
El dirigente nacional del PRD, Carlos Navarrete se limita a pedir perdón, cuando debiera exigir castigo, pero no lo hace porque es ir contra el gobernante estatal de su partido, el sol azteca.
Ese es el verdadero rostro de los perredistas que se dicen de lado de los pobres, de los que no tienen voz; sin embargo, anteponen sus intereses, cuidan el poder y el dinero pese a crímenes como los de Iguala.
Recientemente se dio a conocer que el perredista René Bejarano informó y alertó al titular de Gobernación y al de la PGR , Jesús Murillo Karam, sobre los nexos del alcalde de Iguala, José Luis Abarca, con el narco, además de responsabilizarlo de un homicidio.
Murillo contestó y dice que Bejarano no presentó pruebas por eso no intervino. Vaya forma de actuar del titular de la PGR, le falto interés pues de haber actuado como se lo pidieron y le correspondía, las hubiera obtenido. Ahí está el resultado.
La desaparición de los 43 estudiantes normalistas, sumados a otros hechos, como el de Tlatlaya en el Estado de México, da cuenta de la realidad en el país.
México y sus habitantes no gozan de seguridad como lo hace creer el gobierno federal, tampoco hay crecimiento económico.
La real es un país convulsionado, inseguro, inconforme, sumido en la pobreza y gobernado por políticos que sólo buscan salidas fáciles a los problemas, pero no los resuelven de fondo, por lo que las protestas amenazan con crecer.
alfredoibanezjuarez@yahoo.com.mx
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