Gregorio Almazán Hernández | diarioalmomento.com

Cultura de la desigualdad y estereotipos, juegan en contra del liderazgo femenino


México ocupa lugar 19 en el mundo, en cuanto al Poder Legislativo

Cultura de la desigualdad y estereotipos, juegan en contra del liderazgo femenino
Julio 02, 2014 15:36 hrs.
Política ›
Gregorio Almazán Hernández › diarioalmomento.com

Hace 61 años, las mexicanas votaron por primera vez. Hoy México se ubica en la posición número 36 de empoderamiento político en una lista de 136 países, por lo que fortalecer los derechos políticos de las mujeres es una prioridad en la agenda de género mexicana, afirmó Lorena Cruz Sánchez, presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres, al participar en la Mesa de Análisis: Beijing + 20 y los ODM. Avances y retos en el ejercicio de nuestros derechos políticos. 
En el marco del Segundo Encuentro Estatal de Mujeres Líderes Políticas en Zacatecas, Lorena Cruz agregó que en el tema de la participación de mujeres en cargos de elección popular, nuestro país ocupa el lugar 19 en el mundo en cuanto a porcentaje de mujeres en el poder legislativo. 
Refirió que en julio de 2013, las mujeres gobernaban sólo 169 de los 2 mil 456 municipios y delegaciones en México. En 2014, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, INEGI, aún se observan diferencias importantes en materia de igualdad en todos los niveles de la administración pública. Este año, 7.8 por ciento de presidencias municipales o jefaturas delegacionales están ocupadas por mujeres. 
Subrayó que la mayor presencia numérica de las mujeres fortalece la representación estratégica que necesitan las mexicanas para que se resuelvan distintas problemáticas que las afectan, además de cumplir con lo establecido por los  instrumentos internacionales que marcan la pauta en materia de igualdad. 
“Es crucial que las mujeres se incorporen en las comisiones de mayor influencia como Hacienda, Presupuesto, Gobernación y Puntos Constitucionales, y no que su participación se reduzca a las comisiones de índole social”, señaló la funcionaria federal y subrayó que actualmente las diputadas y senadoras están posicionando la agenda de género en la  esfera nacional.
En esta Mesa de análisis, en la que también participaron Ana Güezmes, representante de ONU Mujeres en México y Adriana Favela, consejera electoral del Instituto Nacional Electoral, Lorena Cruz Sánchez afirmó que construir una cultura de igualdad incluye trabajar mucho en los municipios donde los estereotipos tienen una fuerza extraordinaria debido a que existen roles establecidos muy arraigados.
La baja participación de las mujeres en la toma de decisiones a nivel municipal, está marcada por la resistencia que ofrecen usos y costumbres no democráticas. La cultura de la desigualdad y los estereotipos juegan en contra del liderazgo femenino y su desarrollo profesional. Por ello, es urgente erradicar la violencia política. La discriminación, la misoginia y la violencia política atentan contra las mujeres presentes en la esfera pública, en los partidos políticos, sindicatos y organizaciones locales.
Cabe recordar que la CEDAW señala como derechos políticos de las mujeres: votar y ser electas, participar en la formulación de políticas gubernamentales, ocupar cargos y funciones públicas, representar al gobierno internacionalmente, así como a las organizaciones de la sociedad civil.
Así mismo, una de las áreas de especial interés en la Plataforma de Acción de Beijing es la mujer en el ejercicio del poder y la adopción de decisiones. La Plataforma señala específicamente adoptar medidas para incrementar el número de mujeres dirigentes, ejecutivas y administradoras en puestos estratégicos, igualar el acceso a la capacitación, revisar en los partidos políticos su estructura, programa político y procedimientos para eliminar las barreras y discriminación contra las mujeres.
Por lo que hace a los objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), el tercero de ellos establece promover los derechos y el empoderamiento de las mujeres.
Cabe señalar que México incluyó dentro de sus metas propuestas para el cumplimiento de los ODM, indicadores que abonan al logro del objetivo número 3; como la proporción de escaños ocupados por mujeres en la Cámara de Diputados y en la de Senadores, donde se cumplió el 30 por ciento establecido por la Organización de las Naciones Unidas como mínimo. 
El objetivo 3 deberá integrar tres dimensiones críticas: garantizar una vida libre de todas las formas de violencia y discriminación contra las mujeres; garantizar la igualdad entre  mujeres y hombres para promover el desarrollo de capacidades y la distribución de recursos y lograr la igualdad de género en la toma de decisiones, tanto en los sectores públicos y privados, como en el ámbito familiar.

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