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Virus

Marcos Durán

Virus
Marzo 01, 2020 22:50 hrs.
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Las plagas, pestes, virus y bacterias tienen y han tenido un lugar notable en la historia humana. Numerosas referencias en el arte y la literatura dan testimonio de los horrores y la devastación de epidemias y pandemias del pasado. La plaga (que pudo ser tifus epidémico) de Atenas, hace 2 mil 500 años, terminó con la vida de 100 mil personas, dos terceras partes de una de las civilizaciones más florecientes de la historia.
El Imperio romano venció a los persas, germanos, galos y otros poderosos enemigos, pero a cambio su mayor derrota fue causada por la viruela, responsable de la muerte en ese tiempo de hasta mil personas cada día, entre ellos el emperador Marco Aurelio.
Algunos investigadores han sugerido incluso que el colapso del Imperio romano puede estar vinculado a la propagación de la peste después de la batalla en el Golfo Pérsico, en el año 165 de la era moderna. Durante siglos, la peste representó un desastre para las personas que vivían en Asia, África y Europa y, debido a que la causa de la plaga fue desconocida, los brotes de peste contribuyeron al pánico masivo.
Lo mismo sucedió durante el Imperio bizantino, cuando una simple fiebre tifoidea llamada la ’Peste de Bizancio’ ocasionó 10 mil muertes por día, con cadáveres que se acumulaban a montones por sus calles. La peste bubónica o ’la muerte negra’ se convirtió en la pandemia más mortífera de la historia de Europa: 6 millones de muertos, uno de cada tres habitantes en la Europa Occidental.
Leopoldo I, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, mandó erigir en Viena un monumento como agradecimiento a que la peste había cedido un poco y cuyo letrero que reza: ¡La peste está vencida! Hace menos de 100 años, la gripe española llevó a la tumba a casi 50 millones de personas en todo el mundo.
Detrás de todas estas pandemias, estuvo la más grande asesina de la historia. Una que extrañamente es también nuestra aliada más importante, que nos da y nos quita. Que ha matado por milenios con plagas, pestes y bacterias como malaria, bronquitis, neumonía, influenza, gripe aviar, tuberculosis y un largo etcétera. Una máquina asesina perfeccionista, brillante, innovadora y creativa. Una asesina que se disfraza con gran belleza y esplendor: la naturaleza.
Increíble resulta pensar que estos millones de vidas pudieron haberse salvado con una simple vacuna.
Pero ahora los humanos tienen una nueva preocupación. Un virus nuevo similar a la neumonía surgió en la ciudad de Wuhan, China. La OMS nombró la enfermedad Covid-19: ’CO’ y ’VI’ para el coronavirus, ’D’ para la enfermedad y ’19’ para el año en que surgió la enfermedad.
Los datos disponibles dicen que alrededor del 90 por ciento de los casos de Covid-19 son leves, cerca del 5 por ciento de los casos son críticos y menos de la mitad de los casos críticos mueren. Esto significa que hasta ahora la tasa de mortalidad es de alrededor del 1 o 2 por ciento, pero aclarando que es demasiado pronto para decirlo con certeza, y eso podría cambiar a medida que avanza el brote. Para ponerlo en perspectiva, la tasa de mortalidad del SARS fue del 15 por ciento.
Hoy, gracias los avances de la ciencia y las comunicaciones, se puede determinar la facilidad con que se propaga y qué tan ’grave’ puede ser. Pero hay que ser claros, pues si una enfermedad no es muy grave (y mata sólo a un pequeño porcentaje de personas), pero es altamente transmisible, aún puede causar efectos devastadores pues si afecta a millones, el pequeño porcentaje que mata seguirá siendo un gran número de muertes.
Y tal y como como esperábamos, ayer se comprobaron los primeros casos de Covid-19 en México. Por supuesto que debemos tomar las precauciones que ya todos sabemos. Pero, y esto lo expreso literalmente, cuidarnos de este virus está sólo en nuestras manos, pues la capacidad de nuestro sistema de salud estatal y federal ha sido contagiada por otro virus aún más mortal y dañino: este lleva como nombre ’estupidez’, una terrible enfermedad para la cual ni aun los más prestigiados científicos ni laboratorios médicos han encontrado cura. Lo único que han logrado descifrar de este peligroso padecimiento es que se desarrolla y se transmite de manera propicia en ambientes saturados de altísima incapacidad.
@marcosduranf

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