Gregorio Almazán Hernández |
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Por instrucciones del Ejecutivo Federal actuar con trasparencia en las investigaciones
Hemos implementado medidas en colaboración con la comunidad internacional: MOCH
Julio 14, 2015
09:59 hrs.
Periodismo ›
Gregorio Almazán Hernández › diarioalmomento.com
Tal y como lo señaló el Presidente de la República, licenciado Enrique Peña Nieto, lo sucedido hace dos días es un hecho muy lamentable que ha indignado e indigna a la sociedad mexicana.
Por ello, me ha dado instrucciones para actuar en el proceso de esclarecimiento de los hechos y en la búsqueda y recaptura del delincuente Joaquín Guzmán Loera.
Bajo estas premisas, me permito informar sobre las acciones y avances que se han realizado, haciendo las siguientes puntualizaciones:
Primero, el Centro Federal de Readaptación Social número 1 del Altiplano, opera bajo estricto cumplimiento de los protocolos de seguridad y los estándares internacionales requeridos en los penales de máxima seguridad.
Este penal está certificado y cuenta con las condiciones físicas de operación y servicios establecidas por la Asociación de Correccionales de América, ACA.
Destaco que dicha institución es la misma que certifica los centros penitenciarios de Estados Unidos y Canadá, entre otros países.
Las medidas de seguridad incluyen un sistema de videovigilancia y monitoreo permanente conformado por más de 750 cámaras, puntos de revisión y módulos de aislamiento para internos de alta peligrosidad.
El Centro Federal cuenta con bardas perimetrales, aduanas peatonales y vehiculares; torres de vigilancia internas y externas, además de 26 filtros entre puertas y controles desde el área de aduana hasta la de tratamientos especiales.
En el exterior de este penal desde hace un año y medio, existe un operativo de vigilancia adicional del Ejército Mexicano y de la Policía Federal.
Además de estas medidas, especialmente a Joaquín Guzmán Loera, se le había colocado un brazalete preventivo para su localización dentro del penal, y también dentro de su propia celda tenía instalado un sistema de vigilancia de circuito cerrado que siempre estuvo funcionando y monitoreado en tres turnos durante las 24 horas del día, desde el interior del penal y el centro de control de la Policía Federal.
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