El domingo 5 de mayo, el PRD cumplirá 30 años de existencia. Tal vez sus dirigentes no tendrán mucho que festejar, ya que dicho instituto atraviesa por un mal momento derivado de los pésimos resultados que obtuvo en la pasada elección presidencial, en el que también estuvo en riesgo su registro ante el Instituto Nacional Electoral (INE).
El pasado 31 de enero, Eleazar Camerino Márquez, representante del Partido de la Revolución Democrática ante el INE, informó que en diez estados perdieron el registro al no alcanzar el 3 por ciento de la votación.
Pese a ello, el Sol Azteca mantiene fuerte presencia en algunas entidades, como es el caso de Guerrero, en donde a pesar del efecto AMLO ganaron la mayoría de las presidencias municipales y algunos distritos locales.
La elección de 2018 es cosa del ayer. Lo que viene ahora es la reorganización o refundación de los partidos que les fue mal a nivel nacional.
En 2021 los mexicanos evaluarán al gobierno de López Obrador y a los diputados de Morena, quienes desde su llegada al poder se la han pasado culpando a sus adversarios de sus desaciertos, en lugar de cumplir con las promesas que le hicieron al pueblo bueno y sabio.
El PRD no está muerto. Ahí sigue, pese a sus problemas internos y a las traiciones de algunos de sus dirigentes.
Mientras la corriente Nueva Izquierda, mejor conocida como Los Chuchos, pretende convertir al Sol Azteca en un partido de centro-derecha, algunos militantes se oponen a ello e insisten en que dicho partido no debería de apartarse de la izquierda ni perder los principios que le dieron origen.
El ex alcalde de Eduardo Neri (Zumpango), Pablo Higuera Fuentes, es uno de los que se ha pronunciado en que el PRD no debe virar a la derecha, sino ’analizar qué se hizo mal y recomponer’.
También ha convocado a la unidad de todos los perredistas de Guerrero, hacer buenos gobiernos, ser congruentes y que las corrientes ’no estén por encima del partido’.
En efecto, el Sol Azteca requiere urgentemente hacer buenos gobiernos y acabar con la política carroñera que ha caracterizado a algunos perredistas.
Los Chuchos y camarilla deberían fundar otro partido político y no seguir lastimando al perredismo. Ojalá los militantes de base se organicen para impedir que Nueva Izquierda siga haciendo de las suyas y entierren por completo el gran movimiento político-social que surgió el 5 de mayo de 1989.
Pablo Higuera es la mejor carta en este momento para conducir al perredismo guerrerense por buen camino, ya que es uno de sus fundadores y ha demostrado ser un buen representante popular. Y los resultados están a la vista. En Eduardo Neri sigue gobernando el PRD.
AGUIRRE SE MUEVE…
Respetado por muchos y repudiado por algunos, el ex gobernador Ángel Aguirre Rivero se ha colocado inteligentemente en el centro de la atención de los que analizan, ejercen y buscan el poder.
No es un político improvisado y tampoco es un mesías; es un actor político importante que se mueve para construir un gran frente electoral para el 2021.
En noviembre de 2014, el entonces gobernador (Rogelio Ortega Martínez) definió al ometepequense como un político "carismático, de apapacho, de sonrisa fácil, coqueto, declamador, excelente orador, ¡Un tanque de la política!"
’Papa-Layo’ o ’Jefazo’, como le dicen sus más cercanos amigos y (ex) colaboradores, no está muerto políticamente. Está de regreso y pronto juntará de nuevo a los que en su momento tomaron otros senderos.
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