¡Ojo por ojo?

El jueves 29 de mayo un par de individuos viajaban en un microbús que iba de Ciudad Netzahualcóyotl, Estado de México, a la estación del metro Pantitlán. En el transcurso, en avenida Chimalhuacan, éstos se pararon y amagaron a los pasajeros para asaltarlos…



…Uno de los asaltantes sacó una pistola. Al llegar a un pasajero, éste se negó a entregar sus pertenencias: se levantó del asiento y sacó una pistola y lo mató. Él mismo, con ayuda de otros usuarios golpeó y sometió al otro asaltante. El pasajero armado huyó del lugar. Ningún testigo dijo quién había sido: nadie quiso decirlo…



El miércoles 28 dos sujetos abordaron en una unidad de transporte público en la delegación Venustiano Carranza del Distrito Federal. De inmediato comenzó el asalto a los pasajeros. Uno de los delincuentes sacó un cuchillo, pero en un descuido diez pasajeros se le fueron encima, lo desarmaron y lo golpearon extremo; el otro al verse acorralado levantó las manos, pero asimismo fue golpeado…



El jueves 27 de marzo un presunto asaltante murió luego de recibir dos balazos a bordo de una unidad pública de pasajeros en Anillo Periférico, en Naucalpan, Estado de México. El sujeto subió a la unidad para –presuntamente- asaltar a los usuarios, por lo que uno de ellos sacó un arma y le disparó.



Estos hechos, y muchos más, son parte de la tragedia cotidiana en el altiplano mexicano. Y expresan indignación social frente a la impunidad con la que opera la delincuencia, y demuestran la falta de apoyos para la seguridad pública, de vigilancia e incapacidad, porque la autoridad es incapaz e insuficiente para detener un problema que es criminal y social.



Surge, pues, un sentido de autodefensa que pasa del cuidado propio a la revancha pública; al desahogo y a la catarsis y esto es, sin lugar a dudas, una forma de rebelión a la autoridad, que está perdiendo su autoridad:



Así que, el viernes 30 de mayo, el secretario de Seguridad Pública del Distrito Federal, Jesús Rodríguez Almeida, pidió a los ciudadanos ‘no excederse en el uso de la fuerza’: “No deben excederse, sí pueden detener a los delincuentes, los pueden denunciar y nos pueden llamar, pero de ninguna manera pueden excederse en utilizar la fuerza contra las personas”.



Y recordó que la Constitución mexicana establece que cualquier persona puede detener a alguien que comete delitos en flagrancia. Luego destacó su programa Pasajero Seguro que es, dijo, una herramienta que inhibe la incidencia delictiva en camiones y vehículos del transporte público”. Una estrategia, por lo que se ve, fallida.



El punto es que, cada vez más, quienes son víctimas de asalto actúan por su propia cuenta. ¿Por qué y por qué de forma tan violenta?: lo dicho: es indignación contenida; es agravio permanente; es indefensión; es frustración porque les quitan el resultado de su trabajo; es imposibilidad de encontrarse con la autoridad para saber que en ella está la solución…



El extremo casi primitivo no sólo se expresa en el cotidiano metropolitano a ojos vista de la autoridad del Estado de México, como del Distrito Federal: municipios y delegaciones imposibles.



Es el mismo extremo que nos estremece como cuando el jueves 29 de mayo, con gran dificultad, la policía de Chimalhuacán, Estado de México, pudieron rescatar a dos presuntos asaltantes de una tienda de abarrotes que fueron detenidos por habitantes de esta área y casi fueron linchados…



O los extremos violentos de un país en el que la autoridad deja de serlo como cuando la mañana del martes 27 de mayo la Brigada Protectora de Bosques del Estado de México descubrió en Atlautla a un hombre cortando las ramas de un árbol…



…Éste trató de huir, pero uno de los policías presuntamente le disparó por la espalda. Un grupo de campesinos se percató y rodeó a los uniformados, los desarmaron, los trasladaron a la delegación local, los encerraron y los golpearon… A lo largo de los hechos murieron tres personas, de ellos dos eran elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana…



¿Y qué tal las escenas trágicas de San Bartolo Ameyalco, en la delegación Álvaro Obregón del DF? El martes 21 de mayo personal del Sistema Hidráulico Cutzamala introducía una red de agua potable ahí. Un grupo de sujetos trató de impedir las obras porque, decían, que iban a extraer agua del manantial para llevaron a Santa Fe.



En los enfrentamientos más de 50 policías resultaron heridos y dos permanecen en terapia intensiva. También pobladores resultaron con lesiones.



Los extremos están ahí. Y son parte, decíamos, de una actitud de confrontación cada día más frecuente y peligrosa. A la impunidad para solucionar por la vía de la justicia hechos de delincuencia, a la falta de prontitud, a la corrupción, a la indiferencia y…



…Frente a la gran cantidad de hechos habrá de sumar la incapacidad de la fuerza pública para entenderse como vigilante, en prevención de la delincuencia y procuración de justicia.



Ceder esta autoridad a la ciudadanía es claudicar en su responsabilidad y mostrar una debilidad que conocemos pero que no merecemos porque así mismo como se exige a la sociedad prudencia, responsabilidad, participación, contribución fiscal, orden y civilidad, asimismo uno está en condiciones de exigir que la autoridad sea eso, autoridad en ley, en derechos humanos, en ética, en prontitud, en exacta prevención y defensa ciudadana…



Nadie quiere el ‘ojo por ojo’… Nadie quiere arriesgar la vida en su propia defensa. Nadie está ahí para acometer a la delincuencia porque no estamos para eso.



Pero ocurre y es una tragedia social, pero también es una tragedia administrativa no contar con el beneficio de la seguridad pública y sí, con políticos que se retratan con estrellas del firmamento periodístico y artístico porque son ‘ellos’ y sólo ellos en la cúspide del poder y la gloria, como el señor Miguel Ángel Mancera, encantado con su mejor entrevistadora, Adela Micha.