La perniciosa idea de no votar

Fernando Irala Burgos

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La perniciosa idea de no votar

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La perniciosa idea de no votar
Enero 26, 2015 03:32 hrs.
Periodismo Estados › México Ciudad de México
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A menos de cinco meses de las próximas elecciones federales, donde además de elegir a los diputados que integrarán la siguiente legislatura, de manera concurrente se definirán gubernaturas de nueve estados, así como los congresos locales y ayuntamientos en la mitad del país, amén de los delegados en la ciudad de México, la lucha por el poder amenaza con fracturar las estructuras de los principales partidos políticos.
En la oposición, panistas y perredistas parecieran tener a sus principales adversarios, no en los partidos de color distinto, sino en sus propios integrantes.
Así, el panista Madero se confronta con el expresidente Calderón y asombra a todos con su capacidad para controlar a su partido, fortalecido con el reposicionamiento natural de los blanquiazules, luego del naufragio de 2012.
Entretanto los perredistas se desfondan, después del abandono de sus principales figuras, entre el boquete abierto por sus excompañeros de Morena y el escándalo de Iguala, donde aunque la propaganda normalista ha sido de increíble eficacia para culpar al Presidente Peña Nieto, en realidad a nadie se le olvida que los delincuentes que se apoderaron de las instituciones municipales estaban pintados de amarillo.
Los de Morena parecen hijos de Díaz Mirón, pues su principal cualidad es atravesar pantanos sin que se les noten las manchas, aunque sus procedimientos ya provocaron que antes de llegar a su primer proceso electoral, su dirigente en el Distrito Federal haya optado por tirar la toalla, por estar en desacuerdo con la forma de seleccionar a sus candidatos.
En el PRI, en cambio, pareciera que nada pasa. Su selección de candidatos y su posicionamiento rumbo a los comicios recuerda los tiempos del partido de Estado monolítico.
Pero luego de los escándalos de corrupción, y del pasmo gubernamental ante la anarquía que se vive en Guerrero y Oaxaca, a ratos contaminada hacia Chiapas y Michoacán, como que el acabose sería que el partido se dividiera. Si así les va a costar salir bien librados.
Mientras todo esto sucede, en la ciudadanía más bien florece el desencanto. Hoy más que nunca cunde la idea de la inutilidad del voto. Y hoy más nunca es perniciosa.

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