Bastante revuelo causó el pronunciamiento hecho por nuestro presidente, Andrés Manuel López Obrador, en su reciente visita a nuestro estado, particularmente en el evento que encabezó en Chilapa, respecto a las aspiraciones de quienes sólo ambicionan llegar al poder para llenarse los bolsillos de dinero, que utilizan la política para beneficio propio y no para lo que debería de ser, que es servir a los demás.

Politiqueros, les llamó, y dijo que, los mismos de siempre, los que ya han ocupado cargos públicos gracias al voto popular, ya andan alborotados con las elecciones que se llevarán a cabo en el 2021 en Guerrero, pero que se van a ir al carajo, y que pasarán a la historia, sí, pero al basurero de la historia, expresó textualmente.

Yo también estoy de acuerdo en que quienes por años han practicado esa politiquería para obtener beneficios personales, así como para sus allegados y familiares, se vayan al carajo (yo incluso los mandaría un poco más lejos) porque cuando llegan a espacios de gobierno solamente se dedican a saquear el erario, enriquecerse y se olvidan del pueblo.

Para nadie es un secreto que existen personajes que solamente se aparecen en tiempos electorales; si ganan, hacen lo que aquí ya se dijo, y si pierden se desaparecen y no vuelven a asomar las narices sino hasta que vienen otras elecciones, con nuevas promesas, generando falsas ilusiones, esperando que los ciudadanos ya hayan olvidado lo mal que actuaron cuando se les dio la confianza.

Afortunadamente, estamos quienes sin haber tenido nunca un cargo público hemos decidido tomar al toro por los cuernos y desprendernos un poco de lo que Dios nos permite generar a través del trabajo honesto, producto del esfuerzo de nuestras familias, para poder ayudar a nuestros semejantes en sus hogares, en sus colonias, barrios y comunidades. Sabemos que tal vez no sea suficiente, porque no hay recurso que alcance ante tanta necesidad, pobreza y marginación, pero nos da la satisfacción de contribuir con nuestro granito de arena para que la gente viva un poco mejor.

Ya sabemos entonces a qué politiqueros se refirió Andrés Manuel, como también debemos entender quién realmente merece una oportunidad de servir en esos espacios de poder que para eso son, sólo que esos personajes corruptos, abusivos, fantoches y todo lo que dijo el presidente López Obrador, los usan a su conveniencia.

Mientras tanto… ¡Jálalo que es pargo!