Acabo de volver a ver la película “Días de desesperanza” o “La hora final” (On the Beach, 1959, de Stanley Kramer, con Gregory Peck, Ava Gardner, Anthony Perkins y Fred Astaire, sobre una novela de Nevil Shute). Me dejó, una vez más, patidifuso con su rotundo testimonio de sensatez como-si-la-gente-importara propio de la “histeria” de la Guerra Fría: Me impactó aún más ahora, que ese santo espíritu de miedo pretende ser arrollado por renovados tambores de guerra nuclear a cargo de psicópatas encumbrados en el Olimpo bélico global, quienes sostienen la locura de que una guerra nuclear puede ser “limitada” y es “ganable” (ver, por ejemplo, http://www.laproximaguerra.com/search/label/nuclear

ARGUMENTO
Tras una guerra atómica de la que no se da ningún detalle, y con el resto de la población mundial aniquilada por la nube letal, el último lugar donde llegará la radiación mortífera, en unas cuantas semanas, dependiendo de los vientos, es Australia. Ahí, sus residentes tienen que enfrentar el inevitable destino. Cómo lo hace cada uno a su personal manera, es la trama narrativa.

LA NOVELA
On the Beach (1957): la novela más famosa de las 22 de Shute (Nevil Shute Norway,1899-1960, novelista e ingeniero aeronáutico nacido en Inglaterra y nacionalizado australiano) está ambientada en Melbourne, cuya población está esperando la muerte por los efectos radiactivos atmosféricos de una guerra atómica. Fue publicada como serie en más de 40 periódicos y adaptada al cine en 1959 por Stanley Kramer (1913-2001). On the Beach puede haber influido en la opinión pública estadounidense para apoyar el Tratado de Prohibición Parcial de Ensayos Nucleares de 1963 (a medio siglo de distancia, hoy la opinión pública parece pesar menos que nunca en estos diabólicos tejemanejes). Gideon Haigh escribió un artículo en el que argumentó que On the Beach es la novela australiana más importante: “La mayoría de las novelas apocalípticas presenta por lo menos a un grupo de sobrevivientes y la apariencia de esperanza. On The Beach no permite nada de ese tipo”.

ESPERANZAS
Dentro de mi acendrado catastrofismo soy optimista: mis fuentes esotéricas insisten en que nuestros Hermanos Mayores (aliens, pues, o seres de otras dimensiones, o algo por el estilo) no van a permitir ninguna guerra nuclear, a pesar de las pérfidas intenciones de los malosos, quienes quieren destruir este planeta o al menos esta humanidad, ninguno de los cuales les pertenece (ver, por ejemplo, https://mail.google.com/mail/u/0/?shva=1#inbox/14679017c06bc463)

CRUCIAL DIFERENCIA
La guerra es el arte de destruir a los hombres; la política es el arte de engañarlos.

GRAN DEPRESIÓN MEXICANA
Un fino conocedor de la economía mexicana real me dice: “Para enterarse de cómo anda la economía de verdad, nada más una pequeñísima muestra: cuenta los anuncios panorámicos en el tramo Perisur-Alencastre del Anillo Periférico del DF que dicen ‘DISPONIBLE’ o ‘ANÚNCIESE AQUÍ’: son 41. De los anuncios todavía existentes, muchos son de dependencias de gobierno, no de empresas productivas. No me sorprendería que comenzaran a ordenar quitar los marcos soportes de los anuncios que vayan quedando vacíos, para que no se note tanto la depresión actual. Claro, el motivo aducido sería que tanto anuncio afea la ciudad. La situación está DE LA PATADA.”

TRIBUS
¿Sabes cuáles son las 3 tribus más feroces del mundo? Tribu Mursi (Etiopía), tribu Jíbaros (Amazonas), y tribu Taria (varios países).

TECNOLOGÍA AUDITIVA
La suegra que estaba terriblemente sorda llega a la casa del yerno, quien sabía muy bien de su sordera. La recibe amablemente, abre la puerta, y con una ancha sonrisa la saluda diciendo en voz baja: “Adelante, vieja bruja. ¿De dónde viene la vieja pedorra con esa cara de sapo?” “¡De comprar un audífono, pendejo!”

OOOOOOMMMMMM
Recuerda meditar todos los mediodías. Un minuto al menos. Cada día somos más. Entre todos estamos creando un mundo más armónico, pacífico y generoso. “La meditación utiliza la mente disciplinada para entrar en contacto con el alma y conocer la voluntad de Dios. Tanto la plegaria como la meditación son de naturaleza invocativa.”

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