Es un gusto haber sido participe del 11 avo festival Emilio Carballido, celebrado en días pasados en la ciudad, donde Héctor Herrera como fiel promotor del gusto por el teatro, durante la clausura de esta semana se comprometió a seguir con este evento que ya se hizo una tradición, donde cada año se le rinde tributo al gran dramaturgo cordobés Emilio Carballido.

Para el gusto de toda la sociedad cordobesa que estamos acostumbrado a estos eventos, esperamos con ansias las obras teatrales, porque deseamos vivir, reír y llorar con las puestas en escena de este gran visionario de la sociedad mexicana que fue el maestro Carballido.

Lamentablemente como en todos lados, hay personas que gustan de asistir a estos eventos a nuestro histórico teatro Pedro Díaz, pero desconocen que hay reglas como en todos lados, en los teatros no se va a comer como en el cine, una puesta en escena es muy diferente a una película, es muy fastidiosos oír el sonido de una bolsa de papas fritas cuando las abren o el olor de la grasa de una torta.

Al teatro no se lleva criaturas de meses, ni niños que anden corriendo en los pasillos es muy fastidioso lidiar con esto, o tener de compañera a la adicta de checar su celular cada 5 minutos, solo para revisar quien le envió un ’watssap’.

Al teatro se va a vivir con el actor, se va a disfrutar de la música, de los diálogos, de la obscuridad cómplice del espectador que nos permite derramar lágrimas ya sea de felicidad o de tristeza, se rompe la magia con la imprudencia de estas personas que no fueron educadas, que son ignorantes de que tenemos que respetar al espectador, que tenemos que cuidar nuestro emblemático Teatro Pedro Díaz.

De verdad deseamos que el siguiente año, haya un estricto control sobre el ingreso de este tipo de espectadores, porque es la única de enseñarles que al teatro se va a vivir una aventura cada noche que dura el festival.

Agradezco su atención al leer esta columna. Y estamos a sus órdenes al 2711253410, para dudas, sugerencias y comentarios